Definimos el despido como la acción de anular un contrato de trabajo por decisión unilateral del empresario y expulsar al trabajador de su puesto de trabajo.

El tiempo para reclamar un despido por parte del trabajador será de 20 días hábiles a contar desde que dicha decisión haya producido efectos. Será muy importante contactar cuando antes con un abogado especialista en materia laboral.

El despido podrá ser calificado de:

Despido improcedente

Estaremos ante un despido improcedente cuando no se pueda justificar la decisión unilateral tomada por el empresario que extinga la relación laboral y no cumpliendo con los requisitos legales o no pudiendo justificar dicha decisión.

Las consecuencias de la calificación de la improcedencia de un despido, serán: o el abono por parte del empresario al trabajador de una indemnización; o bien la reincorporación del trabajador a su lugar de trabajo.

Despido procedente

Cuando la decisión unilateral tomada por el empresario se ajusta a derecho,cumple con los requisitos legales y las causas, el juez será el encargado de decidir la valoración  de la procedencia del despido. Estos requisitos están regulados en el Estatuto de los Trabajadores. En este tipo de despido el trabajador no tendría derecho a percibir una indemnización.

Además se tendrán que cumplir una serie de requisitos y formalidades para que sea considerado como tal, cualquier error por parte del empresario dejaría sin efectos el despido, por tanto se convertiría en nulo.

Señalar que según las causas alegadas por el empresario, estaremos ante un:

Despido objetivo: siempre que se cumplan una de las causas que se encuentran reguladas en el artículo 52 del Estatuto de los trabajadores.

Despido disciplinario: Se tiene que cumplir una de las causas reguladas en el artículo 50 del Estatuto de los trabajadores, de lo contrario estaríamos ante un despido improcedente.